viernes, 9 de marzo de 2012

RESEÑA


Ha existido una gran la polémica entre la literatura y el cine, sin embargo estas dos disciplinas tienen un mismo objetivo: contar historias y uno de sus elementos básicos ha sido el mismo: (la palabra) que de alguna manera busca a atrapar a un  sinnúmero  de publico a través de las letras y la imagen.
Si recordamos, el lenguaje cinematográfico se desarrolló ante el reto de narrar con claridad una historia en un tiempo determinado, sintetizando en una hora de proyección, cientos de páginas que constituyen un guion.
Del mismo modo los géneros literarios son técnicas expositivas singulares, ligadas a ciertas leyes de forma y contenido de carácter histórico s.
La primera clasificación de los géneros literarios pertenece a Aristóteles, quien los redujo a tres: épica, lírica y dramática. El primero ha extendido su significado, al incluir la novela, a la noción más amplia de narrativa.
Por tanto, resulta muchas veces difícil fijar rígidamente los límites entre lo propiamente narrativo o épico-narrativo, lo lírico o poético y lo dramático o teatral. Dentro de cada género surgen sub-géneros o géneros menores, algunos de ellos sólo válidos en ciertos momentos históricos.
Éste término se refiere al papel que desempeña un texto en un contexto social, a lo que lo relaciona con su entorno y a lo que lo diferencia de él, a su comportamiento a los fines a los que se puede destinar y a las actividades humanas que lo rodean.
Por lo que a  través de los años, hemos sido testigos de múltiples cintas, que han sido basadas en grandes obras de la literatura, han evidenciado la difícil tarea de representar para la pantalla, las imágenes literarias; esto sin duda, ha resultado en aciertos y decepciones, sin embargo resulta primordial reconocer, que si bien son dos medios distintos, esto no los hace incompatibles, sino complementarios.
El cine ha recibido de la literatura relatos, argumentos, formas y estilos. La literatura, en todo el último siglo, va recibiendo del cine diferentes modos de mirar, una concepción narrativa distinta, que acomoda en los autores literarios, en ocasiones, su mirada y su estilo.
Unas veces se realiza la adaptación de obras literarias al cine, que tiene la misma tradición centenaria que el séptimo arte y casi siempre renueva la eterna polémica: se suele rechazar la película lamentando que la complejidad del texto literario haya sido despreciada por la superficialidad de las imágenes. 
En ocasiones, se hace un guion -que no deja de ser una obra literaria- exclusivamente para el cine. Hay films que reproducen una época histórica literaria determinada, o la vida de un literato, o el relato de cómo se ha hecho una novela... El cine es rico en imaginación y cualquier idea la puede convertir -con mayor o menor fortuna en imágenes y sonido.



1 comentario:

  1. MUY BIEN. LO HE REVISADO ATENTAMENTE Y LO HALLO DOCUMENTADO.

    NOTA INDIVIDUAL 4.0

    ATTE,
    ALFREDO CORAL P.

    ResponderEliminar